En medio de una crisis económica, siempre es la venta de bienes de lujo la que cae en picada y sufre el mayor golpe. Son los lujos menores –ropa de diseñador, autos, villas vacacionales– las que inevitablemente levantan vuelo y se mantienen estables. Aún así, la venta de islas privadas, el lujo más extravagante que puede adquirirse, está viviendo un auge en una de las crisis económicas más grandes en décadas. Desde las nevadas Great Lakes hasta el exótico Fiji o Panamá, estas propiedades únicas ofrecen grandes posibilidades de inversión a diferencia de otro tipo de bienes raíces, y además, con precios jamás vistos.
¿Qué debe tenerse en cuenta cuando se busca comprar una isla privada? Cuando de islas tropicales se trata, las opciones que ofrecen mayor plusvalía están en áreas desarrolladas, con infraestructura y facilidades turísticas. Un ambiente seguro y todos los servicios (hospitales, aeropuertos, centros comerciales), así como una ubicación relativamente cercana a estados Unidos, son una excelente opción. Por otro lado, con el sector turístico más importante en Latinoamérica y una de las economías en mayor crecimiento, las islas de Panamá se han convertido en las más deseadas de inversionistas, constructores y desarrolladoras residenciales, con precios que van desde algunos millones hasta tan sólo 3mil dólares. Aún así, las Bahamas siguen teniendo una fuerte demanda; el mercado lo ocupa turismo de alto estándar, celebridades y actores como Johnny Depp, Nicholas Cage y Faith Hill. Cerca de Estados Unidos pueden conseguirse grandes propiedades cerca del lago Maine, o en Nueva Escocia, Canadá, donde los bienes raíces vacacionales están viviendo una fuerte demanda por parte de los habitantes de Nueva York, Boston o Washington.
In times of economic turmoil, sales of high-end goods always plummet the first and take the hardest hit. It's the discretionary luxuries –designer clothing, flashy cars, holiday villas– that inevitably wind up on the chopping block when the markets take a nosedive and even the most bullish investors are holding their breath. Yet arguably the most extravagant luxury that money can buy, privately owned islands are seeing a surge in interest right in the midst of one of the biggest economic crisis of the last decades. Found anywhere from the snowy Great Lakes to exotic Fiji and Panama, these unique properties offer investment possibilities unlike any other kind of real estate, and now also at unheard-of prices.
So what should investors look for when adding a privateisland to their portfolio? When it comes to tropical islands, the best prospects for major future leaps in value are always in areas with high rates of tourism and a substantial infrastructure. A safe environment and the availability of amenities like hospitals, airports and shopping are important, as is a relative proximity to the Unites States, where the majority of island buyers reside. With the strongest tourism sector in Latin America and the fastest growing economy in the world, islands in Panama have become highly desirable for the construction of resorts and residential developments, ranging in price from several million down to just US $30K. Pricier but still always in high demand are properties in the Bahamas, where the market is fuelled by high tourism and the celebrity cache of local island owners like Johnny Depp, Nicholas Cage and Faith Hill. Closer to the USA, good buys can be found in areas like Maine and Canada's Nova Scotia, where seasonal holiday properties are achieving a strong following among urbanites from East Coast cities like New York, Washington and Boston.
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